Siempre que se rompe un matrimonio o una pareja siempre hay unos grandes damnificados que son los hijos. Por eso es muy importante saber afrontar una separación cuando hay pequeños de por medio.
A menudo, durante y después de la ruptura de una relación, los padres están tan atrapados en su propio dolor y temores, y en los pensamientos de estar solos otra vez, que no se dan cuenta del impacto que su separación ha tenido en sus hijos.
Cualquier ruptura es traumática para los niños, porque romperán con su rutina y dejarán de vivir como hasta ahora con los dos padres. En ese instante es cuando los progenitores tienen que dedicarle más tiempo y hacerles ver que la separación es la mejor opción para todas las partes. Por eso en muchas ocasiones será necesario dejar a un lado el orgullo e intentar llevarse bien con tu ex mujer.
Por lo general es la madre quien se queda con los hijos y con la casa donde vivía toda la familia, pero también hay casos donde son los padres los que se encargan de su custodia y lo hacen tan bien o mejor que cualquier mujer. Si de repente te ves en esta situación tienes que valorar que tu vida cambiará y no tiene porque ser para peor.
Adaptarás tus horarios a los de tus hijos, pero también disfrutarás mucho más de ellos. Los niños crecen muy rápido y no te debes de perder los grandes momentos que te darán. Sería ideal que contases con la ayuda de los abuelos y de la madre para cuidarles cuando tu no puedas.
Recuerda que tienes que hacerles ver a los hijos que el porqué de la separación, sobre todo para que ellos no se sientan responsables de la ruptura. En los momentos más delicados, como puede ser una enfermedad, se sentirá mucho más respaldado si tiene a su lado a los dos padres.
En ningún momento debes de hablar mal de tu ex pareja delante de los niños, sobre todo porque le costará mucho más superar la delicada situación, ni tampoco intentar comprarles con regalos.